21 dic 2010



Dios es de los tuyos. Vuélvete a las líneas laterales; ese es Dios vitoreándote. Mira más allá de la meta; ese es Dios aplaudiendo tus pasos. Escúchale en las graderías, gritando tu nombre. ¿Demasiado cansado para continuar? Él te cargará. ¿Demasiado desalentado para luchar? Él te está levantando. Dios es por ti.

     Dios es por ti. Si él tuviera un calendario, tu cumpleaños estaría marcado con un círculo. Si condujera un automóvil, tu nombre estaría en su parachoques. Si hubiera un árbol en el cielo, hubiera tallado tu nombre en la corteza.

     «¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?», pregunta Dios en Isaías 49.15. Qué pegunta tan ridícula. ¿Puede uno imaginarse a una madre que amamante a su criatura y luego pregunte: «¿Cómo se llama este bebé?» No. Yo he visto cómo atienden a sus criaturas. Le acarician el cabello, le tocan las mejillas, cantan su nombre una y otra vez. ¿Puede una madre olvidar? De ninguna manera. Pero, «aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti», promete Dios (Isaías 49.15).
 

 
Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría,
callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
Sofonías 3:17
 

 
Tomado del Libro Gracia para todo momento
Autor: Max Lucado


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18 dic 2010



Es inconcebible que unos padres adoptivos en potencia digan: «Nos gustaría adoptar a Juanito, pero primero deseamos saber algunas cosas. ¿Tiene una casa donde vivir? ¿Tiene dinero para los derechos de matrícula? ¿Tiene quién lo lleve a la escuela cada mañana y ropa para cada día? ¿Puede prepararse su propia comida y arreglarse la ropas?

      Ninguna agencia aceptaría estas palabras. Su representante levantaría la mano y les diría: «Un momento. Ustedes no entienden. Ustedes no adoptan a Juanito por lo que tiene: lo adoptan por lo que necesita. Este niño necesita un hogar».

     Lo mismo ocurre con Dios. Él no nos adopta por lo que tenemos. No nos da su nombre por nuestro talento, ni por nuestro dinero, ni por nuestra buena disposición. La adopción es algo que recibimos, no algo que nos ganamos.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él.
Juan 3:17

Tomado del Libro Gracia para todo Momento
Autor: Max Lucado



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11 dic 2010

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntaron para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas acerca del interminable 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general.

El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico, vidrio, cristal -unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas...

Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado.

Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo:

-Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo.

Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al 'stress.'

Continuó:
-Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar las tazas de los demás.
Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café.

¡Disfruten su café!

La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo sino la que hace lo mejor con lo que tiene; así pues, recuérdenlo:

  • Disfruten cada instante de su vida
  • No se mortifiquen por lo que no tienen o no pueden cambiar.
  • Tengan paz
  • Inviertan en sus riquezas espirituales.
  • Hagan de su vida una fiesta cada día.
  • Visualicen 10 minutos cada día lo bueno que quieren ver en su vida.

El resto déjenselo a Dios.

...y recuerden que: la persona más rica no es la que tiene más sino la que necesita menos...

DISFRUTA TU CAFÉ



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8 dic 2010


Muchas veces somos tentados a hacer las cosas para satisfacer nuestra orgullo y la necesidad de estar sobre los demás. Pero Jesús nos enseña lo siguiente:


 "No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros". 
(Filipenses 2:3-4)


El fruto de toda contienda es la lucha por ganar, sentirse superiores y mas altos ante los demás. ;)


Atrévete Hoy a dar paso a los demás.


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6 dic 2010


La vida es de la manera que usted la ve. Cuando usted empieza a ver con los ojos de la fe, entenderá como hacer que su visión sea una realidad. Se cuenta la historia de un hombre y su amigo visitaban la India hace años. Estaban caminando por las calles de Bombay vieron miles de gente pobre en las calles. El hombre le dijo a su amigo: “Mira a esta gente.  ¿No es una visita triste? No tienen zapatos. No es una vergüenza que nosotros que tenemos mucho en nuestras casas en nuestro país mientras que esta gente son pobres y sin zapatos. Nunca olvidaré esta visión”. En ese momento, su amigo ya había tomado un pedazo de papel y estaba escribiendo algunas notas. Él había comenzando a elaborar un plan de cómo embarcar zapatos para la India y como fabricar zapatos en la India. En vez de decir: “Miren los pies desnudos”, él estaba diciendo “¡Miren los pies que necesitan zapatos!” Hoy su empresa es una de las más grandes compañías de zapatos de los Estados Unidos. Un hombre vio pies desnudos. Otro hombre vio una oportunidad para un negocio de mucha necesidad. Todo es como uno lo ve.

     Usted puede ver cada problema como una oportunidad para el ministerio, servicio, o negocio. El problema número uno de las personas en desarrollar a las naciones es la ignorancia.

     Oración: Padre Dios, si yo viera la vida a través de Tus ojos, vería todas las cosas posibles, tendría fe sin dudar, y no experimentaría el temor. Por favor ayúdame a ver la vida como Tú la vez!

 
Alzaré  mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová. Que hizo los cielos y la tierra.
Salmos 121:1-2


Tomado del libor Devocional Diario de Poder


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1 dic 2010


Después del agua, el té es la segunda bebida que más se consume en el mundo. Su origen se remonta a miles de años. Se cuenta que un día el emperador Shen Nung de china se arrodillo delante del fuego mientras hervía agua. Al sabio emperador le llamaban el “Sanador divino”, y el siempre hervía el agua antes de beberla. Nadie conocía la causa de las enfermedades, pero Shen Nung había observado que la gente que hervía el agua de beber tenía mejorar salud.

Los siervos de Shen Nung habían preparado un fuego con ramas de un árbol cercano. Cuando el agua empezó a hervir, algunas de las hojas de las ramas de más arriba cayeron en la vasija del agua.
El emperador exclamó: “¡Qué aroma tan delicioso!”, mientras la fragancia del té flotaba en el aire por primera vez. Entonces sorbió el aromático y humeante líquido.

” ¡Ah!”, dijo. “¡Qué gran sabor!” Y así fue como se descubrió el uso del té en el año 2737 A.C. El té se consume ahora en todas las naciones del mundo.

La sociedad conoce hoy gran valor a la novedad. Abundan los seminarios, talleres y conferencia ofreciendo nuevos métodos y formulas para lograr el éxito. Las tiendas anuncias nuevos estilos de zapatos, ropas, empapelados, muebles y equipos electrónicos. Si es nuevo, ¡es bueno! No obstante, ¿es siempre lo nuevo lo mejor?

Hace dos mil años Jesús dijo:”yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), y su Palabra es verdad hoy. Puedes contar con ella, sin importar cuantas nuevas ideas encuentres por el mundo. Al beber tu té, como lo ha hecho la gente por siglos, recuerda que la palabra de Dios pasa con éxito la prueba del tiempo y sirve como tu fundamento en cada situación.


Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
Hebreos 13:8


Tomado del libro: Momentos de Quietud con Dios



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