26 abr 2010

Recuerdo haber hecho una dinámica en una de las reuniones de amigos que solía hacer en el garaje de mi casa. “Montaña de zapatos”...Formamos dos grupos de igual cantidad, todos debían quitarse sus zapatos y al frente del salón dejarlos amontonados.Todos descalzos, formados de a dos filas una al lado de la otra, a igual distancia (a la pila de zapatos). Los primero integrantes de las dos filas debían ir al montón de zapatos y ponerse el zapato de su compañero de atrás, El compañero de atrás (ósea el segundo participante debía describirle su zapato)... Esto se repetía en orden hasta llegar al último participante quien le tocaría el zapato sobrante (el del primer integrante de la fila). El grupo que termine más rápido, este es el ganador.

Este juego tan divertido lleva escondido una gran lección.

Cuan importante es ponerse en el zapato de los demás!. Intentar de comprender la situación, dolerse por el otro.

Jesús nos enseño a hacer esto. El es el mayor ejemplo a seguir.

Nos dijo:

Juan 15:13 El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos.”

Juan 13: 35: "En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.

Debemos aprender a salir de nuestra pequeña caja del “Yo” y entrar en el corazón de los demás.

Anímate a amar sin condición, anímate a entregarte por otros, a la dar tu tiempo, a escuchar, comprender, abrazar y hacer reír aun a quienes no lo merezcan.

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