21 dic 2010



Dios es de los tuyos. Vuélvete a las líneas laterales; ese es Dios vitoreándote. Mira más allá de la meta; ese es Dios aplaudiendo tus pasos. Escúchale en las graderías, gritando tu nombre. ¿Demasiado cansado para continuar? Él te cargará. ¿Demasiado desalentado para luchar? Él te está levantando. Dios es por ti.

     Dios es por ti. Si él tuviera un calendario, tu cumpleaños estaría marcado con un círculo. Si condujera un automóvil, tu nombre estaría en su parachoques. Si hubiera un árbol en el cielo, hubiera tallado tu nombre en la corteza.

     «¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?», pregunta Dios en Isaías 49.15. Qué pegunta tan ridícula. ¿Puede uno imaginarse a una madre que amamante a su criatura y luego pregunte: «¿Cómo se llama este bebé?» No. Yo he visto cómo atienden a sus criaturas. Le acarician el cabello, le tocan las mejillas, cantan su nombre una y otra vez. ¿Puede una madre olvidar? De ninguna manera. Pero, «aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti», promete Dios (Isaías 49.15).
 

 
Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría,
callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
Sofonías 3:17
 

 
Tomado del Libro Gracia para todo momento
Autor: Max Lucado


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18 dic 2010



Es inconcebible que unos padres adoptivos en potencia digan: «Nos gustaría adoptar a Juanito, pero primero deseamos saber algunas cosas. ¿Tiene una casa donde vivir? ¿Tiene dinero para los derechos de matrícula? ¿Tiene quién lo lleve a la escuela cada mañana y ropa para cada día? ¿Puede prepararse su propia comida y arreglarse la ropas?

      Ninguna agencia aceptaría estas palabras. Su representante levantaría la mano y les diría: «Un momento. Ustedes no entienden. Ustedes no adoptan a Juanito por lo que tiene: lo adoptan por lo que necesita. Este niño necesita un hogar».

     Lo mismo ocurre con Dios. Él no nos adopta por lo que tenemos. No nos da su nombre por nuestro talento, ni por nuestro dinero, ni por nuestra buena disposición. La adopción es algo que recibimos, no algo que nos ganamos.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él.
Juan 3:17

Tomado del Libro Gracia para todo Momento
Autor: Max Lucado



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11 dic 2010

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntaron para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas acerca del interminable 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general.

El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico, vidrio, cristal -unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas...

Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado.

Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo:

-Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo.

Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al 'stress.'

Continuó:
-Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar las tazas de los demás.
Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café.

¡Disfruten su café!

La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo sino la que hace lo mejor con lo que tiene; así pues, recuérdenlo:

  • Disfruten cada instante de su vida
  • No se mortifiquen por lo que no tienen o no pueden cambiar.
  • Tengan paz
  • Inviertan en sus riquezas espirituales.
  • Hagan de su vida una fiesta cada día.
  • Visualicen 10 minutos cada día lo bueno que quieren ver en su vida.

El resto déjenselo a Dios.

...y recuerden que: la persona más rica no es la que tiene más sino la que necesita menos...

DISFRUTA TU CAFÉ



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8 dic 2010


Muchas veces somos tentados a hacer las cosas para satisfacer nuestra orgullo y la necesidad de estar sobre los demás. Pero Jesús nos enseña lo siguiente:


 "No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros". 
(Filipenses 2:3-4)


El fruto de toda contienda es la lucha por ganar, sentirse superiores y mas altos ante los demás. ;)


Atrévete Hoy a dar paso a los demás.


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6 dic 2010


La vida es de la manera que usted la ve. Cuando usted empieza a ver con los ojos de la fe, entenderá como hacer que su visión sea una realidad. Se cuenta la historia de un hombre y su amigo visitaban la India hace años. Estaban caminando por las calles de Bombay vieron miles de gente pobre en las calles. El hombre le dijo a su amigo: “Mira a esta gente.  ¿No es una visita triste? No tienen zapatos. No es una vergüenza que nosotros que tenemos mucho en nuestras casas en nuestro país mientras que esta gente son pobres y sin zapatos. Nunca olvidaré esta visión”. En ese momento, su amigo ya había tomado un pedazo de papel y estaba escribiendo algunas notas. Él había comenzando a elaborar un plan de cómo embarcar zapatos para la India y como fabricar zapatos en la India. En vez de decir: “Miren los pies desnudos”, él estaba diciendo “¡Miren los pies que necesitan zapatos!” Hoy su empresa es una de las más grandes compañías de zapatos de los Estados Unidos. Un hombre vio pies desnudos. Otro hombre vio una oportunidad para un negocio de mucha necesidad. Todo es como uno lo ve.

     Usted puede ver cada problema como una oportunidad para el ministerio, servicio, o negocio. El problema número uno de las personas en desarrollar a las naciones es la ignorancia.

     Oración: Padre Dios, si yo viera la vida a través de Tus ojos, vería todas las cosas posibles, tendría fe sin dudar, y no experimentaría el temor. Por favor ayúdame a ver la vida como Tú la vez!

 
Alzaré  mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová. Que hizo los cielos y la tierra.
Salmos 121:1-2


Tomado del libor Devocional Diario de Poder


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1 dic 2010


Después del agua, el té es la segunda bebida que más se consume en el mundo. Su origen se remonta a miles de años. Se cuenta que un día el emperador Shen Nung de china se arrodillo delante del fuego mientras hervía agua. Al sabio emperador le llamaban el “Sanador divino”, y el siempre hervía el agua antes de beberla. Nadie conocía la causa de las enfermedades, pero Shen Nung había observado que la gente que hervía el agua de beber tenía mejorar salud.

Los siervos de Shen Nung habían preparado un fuego con ramas de un árbol cercano. Cuando el agua empezó a hervir, algunas de las hojas de las ramas de más arriba cayeron en la vasija del agua.
El emperador exclamó: “¡Qué aroma tan delicioso!”, mientras la fragancia del té flotaba en el aire por primera vez. Entonces sorbió el aromático y humeante líquido.

” ¡Ah!”, dijo. “¡Qué gran sabor!” Y así fue como se descubrió el uso del té en el año 2737 A.C. El té se consume ahora en todas las naciones del mundo.

La sociedad conoce hoy gran valor a la novedad. Abundan los seminarios, talleres y conferencia ofreciendo nuevos métodos y formulas para lograr el éxito. Las tiendas anuncias nuevos estilos de zapatos, ropas, empapelados, muebles y equipos electrónicos. Si es nuevo, ¡es bueno! No obstante, ¿es siempre lo nuevo lo mejor?

Hace dos mil años Jesús dijo:”yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), y su Palabra es verdad hoy. Puedes contar con ella, sin importar cuantas nuevas ideas encuentres por el mundo. Al beber tu té, como lo ha hecho la gente por siglos, recuerda que la palabra de Dios pasa con éxito la prueba del tiempo y sirve como tu fundamento en cada situación.


Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
Hebreos 13:8


Tomado del libro: Momentos de Quietud con Dios



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26 nov 2010


El corazón me dice:
    "Busca la presencia del Señor."
    Y yo, Señor, busco tu presencia. 
Salmos 27:8


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14 nov 2010




Quizás lo que les cuente a continuación les parecerá algo extraño pero así paso:

Hoy fui a la cocina con deseos de tomarme una limonada. Tome el Limón del refrigerador y lo partí a la mitad para así poder exprimirlo. Pero antes, pensé: - "Pobre limón",- "Wow, Dios tuvo que haber pensado en mi cuando hizo el limón"- Como se forma el jugo agrio dentro del limón?.- Me pregunte.  Proseguí a exprimir mientras pensaba lo maravilloso que es Dios.

Cuando de repente tuve este pensamiento:- "Los seres humanos nos parecemos al limón, somos aparentes por fuera (Bien normales), pero estamos llenos de tan amargo jugo, cosas que quizás otros desconocen esta dentro de nosotros, amargos y desabridos. Puro pecado y maldad.

Entonces al momento de entregarnos en las manos de Dios (Creador del limón), El nos toma y nos exprime extrayendo todo de nosotros, todo ese amargo sabor. Pero no queda ahí, nos deposita en su vaso, nos mezcla con azúcar (su dulce palabra), y luego nos completa con el agua de su espíritu, completando en nosotros una rica limonada con rico sabor que refrescara a todo aquel que la tome. Uhmmm...

Por cierto me quedo rica la limonada,. ;)



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4 nov 2010

Un antojo se apodero de mi, "deseo de una buena taza de café".
 Camino a la cocina y de repente  llego una voz, con interés de hablar conmigo:

-Ya lo conseguiste, no era lo que querías?. Porque seguir a su lado?-Dijo.

 Agarro la greca y me sigue diciendo: -No puedes pensar que seras mal agradecida por dejarlo...te costo muchas lagrimas.

Lavo la greca.

-Acaso no recuerdas? todas las noches llenas de insomnio pensando en sera o no sera posible.

Se me  hace agua la boca por el olor del polvo del café.

 -Ademas durante mucho tiempo ni su voz escuchabas para aliviar la angustia que sentías en ti.- insistía-.

Enciendo la hornilla y espero.

 -No creo que hablaras en serio cuando le dijiste que con o sin tu "milagro" le amaras y que jamas lo dejarias, déjate de eso, puedes dejarlo y seguirlo amando!! no seras ni la ultima ni la primera, te lo aseguro!.

 El olor invade la cocina, llegando a la sala.
El café ya esta listo. Busco la taza, cubiertos y azúcar.

-Puedes venir, las ofertas que tengo, ya sabes, son para no rechazar; trabajo, amor, dinero, tengo a muchos esperando por ti.

Muevo mi antojo despacio. Camino a la sala, no se quiere dar por vencido, intenta volver a hablarme:

-Te tengo en la.....

(Interrumpo)

DISCULPA, estoy ocupada, no lo ves?. Estoy en la RUTA del café, no tengo tiempo para ti. Es tiempo de disfrutar un buen trago.

Ya se fue...ahora llego EL...entonces le comento:
-Acabo de aprender algo... no es el antojo, ni la necesidad, no se trata de recibir "milagros", tampoco se trata del agradable olor, ni siquiera del polvo, mucho menos de la borra del café....es la RUTA hacia El!! 


Hoy por fin lo entiendo a plenitud: PUESTOS los OJOS en Jesús, el autor y el consumador de la fe!!  De esto se trata...de la RUTA!! 





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1 nov 2010

El terremoto que sacudió a Armenia en 1989 necesitó solo de cuatro minutos para destruir a toda la nación y matar a treinta mil personas. Momentos después que el movimiento mortal hubo cesado, un padre corrió a la escuela a salvar a su pequeño hijo. Cuando llegó, vio el edificio en el suelo. Mientras buscaba en medio de aquella masa de piedras y escombros, recordó una promesa que había hecho a su hijo: “No importa lo que ocurra, siempre estaré ahí donde tú estés”. Llevado por su promesa, encontró el lugar donde había estado el aula de la clase de su hijo y empezó a quitar los escombros. Llegaron otros padres y empezaron también a buscar a sus hijos. “Es demasiado tarde”, le dijeron. “Usted sabe que están muertos. No se puede hacer nada”. Incluso un policía le dijo que dejara de buscar.

Pero el padre no se dio por vencido. Durante ocho horas, luego dieciséis, luego veintidós y finalmente treinta y seis, buscó y buscó. Sus manos estaban destrozadas y sus fuerzas se habían agotado, pero se negaba a darse por vencido. Finalmente, después de treinta y ocho horas de angustia, removió un gran trozo de pared y oyó la voz de su hijo. Le gritó: “¡Arman! ¡Arman!” Y una voz le respondió: “¡Papi, aquí estoy!” En seguida, el niño agregó estas preciosas palabras: “Les dije a los otros niños que no se preocuparan, que si tú estabas vivo, vendrías a salvarme, y al salvarme a mí, ellos también se salvarían porque me prometiste que sucediera lo que sucediera, siempre estarías conmigo”.

Dios nos ha hecho la misma promesa. “Vendré otra vez...” nos asegura. Sí, las rocas temblarán. Sí, la tierra se sacudirá. Pero el hijo de Dios no tiene por qué tener miedo, porque el Padre ha prometido llevarnos con Él.

¿Pero estamos dispuestos a creer la promesa? ¿A confiar en su lealtad? ¿No deberíamos ser cautelosos sobre la confiabilidad de tales palabras?

Quizás no tengamos dudas. Si tal fuere el caso, quizás quisiéramos saltar este mensaje. Otros de nosotros, sin embargo, necesitamos un recordatorio. ¿Cómo podemos estar seguros que lo que dijo lo hará? ¿Cómo podemos estar seguros que quitará los escombros para dejarnos libres?

Porque ya lo hizo una vez. Porque Él sabe que un día este mundo volverá a ser conmovido. En un abrir y cerrar de ojo, tan velozmente como el relámpago alumbra del este al oeste, Él volverá. Y toda persona lo verá: Nosotros lo veremos. Los cuerpos se levantarán del polvo e irrumpirán a través de la superficie del mar. La tierra temblará, el cielo rugirá, y los que no lo conocen se estremecerán. Pero en esa hora no tendremos temor, porque lo conocemos.

Porque nosotros, como el niño en Armenia, hemos oído la promesa de nuestro Padre. Sabemos que Él ha quitado la piedra, no la piedra del terremoto armeniano, sino la piedra de la tumba arimateana. Y en el momento que Él quitó la piedra, también quitó toda razón para la duda. Y nosotros, como el niño, podemos creer las palabras de nuestro Padre: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”





Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14:3


 

Tomado del libro cuando Cristo venga
Autor: Max Lucado
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30 oct 2010


¿Te ha parecido alguna vez que nadie se fija en ti? La ropa nueva y los nuevos estilos pueden ayudar por cierto tiempo. Pero si deseas un cambio permanente, aprende a verte como Dios te ve: “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).

     ¿Ha decaído tu autoestima alguna vez? Cuando esto ocurra, recuerda lo que vales. “Fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18–19).
     El reto está en que recuerdes eso. Que medites en eso. Que te concentres en eso. Que permitas que su amor cambie la manera que te ves.
 
 
 
 
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios
1Pedro 2:9
 

 
Tomado del libro “Gracia Para Todo Momento”
Autor: Max Lucado

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28 oct 2010


El gran cineasta Cecil B. DeMille señalo una vez la notable importancia de la felicidad en la vida y como saborearla:

     La profesión que uno no decide seguir para ganarse la vida rara vez trae fama y fortuna, pero una existencia vivida dentro de los dictados de la propia conciencia si pude traernos felicidad y satisfacción para vivir más allá de las aclamaciones del mundo. Espero pasar por este mundo una sola vez, por tanto, déjenme hacer ahora todo el bien posible o toda bondad que pueda mostrar hacia mi prójimo. No permita que lo demore o lo descuide, pues no volveré a pasar por este mundo de nuevo. La felicidad debe tomarse a sorbos, no sacarla de la vida como a grades tragos, ni tampoco fluye de una forma regular como por una llave de agua. “Una porción de ti mismo” es un sorbo de felicidad tan satisfactorio como gratuito.

     La metáfora de tomar a sorbitos de DeMille nos recuerda que uno se puede sentar un buen rato con una taza de té caliente en las manos. El vapor cálido y fragante que se desprende nos ayuda a reavivar nuestra propia actitud y casi siempre nos proporciona un sentido de contentamiento. En esos momentos es fácil estar de acuerdo con el apóstol Pablo: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (Filipense 4:11).

     Una de las maneras en que podemos experimentar la verdadera felicidad es “bebiendo a sorbos” de la provisión de talentos y habilidades que nos da Dios y usarlo para el beneficio de otros. Los “sorbos” no requieren de mucho tiempo. Tampoco hacen falta destrezas extraordinarias o profesionales que ayuden.

     Usa un don o talento que tengas para servir a otros. Alístate como voluntario para un comité en el trabajo, maestro de la Escuela Dominical, miembro de un coro o grupo musical, entrenador de béisbol, para enseñar a leer a adultos o solo haz el esfuerzo de conocer mejor a tus colegas.

     Helen Keller, ciega y sorda desde los diecinueve meses de edad, tuvo una vista extraordinaria en lo que se refiere a ver las prioridades de la vida. Dijo: “muchas personas tienen una falsa idea de lo que constituye la verdadera felicidad. Esta no se obtiene mediante la gratificación propia, sino a través de la fidelidad a un propósito que valga la pena”.

     ¡Qué milagroso es que Dios pusiera en nosotros una medida automática de felicidad en cada acto de amor y sacrificio por otros! ¡Toma un sorbo de felicidad al servir a otros!

     Dios puede hacer grandes cosas por medio de personas que no se preocupan de quién recibe el crédito.
 
 
 
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.
Salmos 126:3
 
 
 
 
 
Tomado del libro: Momentos de Quietud con Dios

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22 oct 2010

El papel que desempeñan los lugares de quietud en la Biblia es muy importante, sobre todo en el campo de la fe. Cristo estuvo solo durante gran parte de su vida en la tierra. A menudo le gustaba apartarse de las multitudes para la tranquila reflexión. Moisés iba solo a la montaña para hablar con Dios. Mientras que estaba allí, recibió los Diez Mandamientos, uno de los pilares de nuestra fe. Daniel se arriesgaba a morir tres veces al día, cuando dejaba sus labores oraba.

El Espíritu de Dios a menudo nos habla cuando estamos solos. Los lugares de quietud producen paz y contentamiento. El ruido engendra confusión. El orden se recupera muchas veces en el silencio.

Los restaurantes y otros lugares públicos están tan congestionados y ruidosos que hace que algunos se sientan incómodos de sentarse allí.

Nuestra cultura se ha hecho tan ruidosa con la tecnología, la industria, el entretenimiento y la transportación que rara vez encontramos tiempo y lugar para la quietud. No obstante, puede que estemos anhelando los momentos para pensar, estar en quietud y escuchar a Dios. Encontrar el tiempo, en realidad, hacer tiempo, para momentos de quietud es con frecuencia un tremendo reto.

Si el fruto de justicia se siembra en paz, los momentos de quietud cuando solo nos sentamos, escuchamos y esperamos que el Señor nos hable deben producir lo que es esencial para el crecimiento espiritual. La búsqueda de momentos de quietud para la reflexión nos ayuda a tener comunicación con Dios. Como resultado, su justicia pasa sobre nosotros y empezamos a adquirir algunas de sus características.

El Señor tiene tiempo para pasar con nosotros y está listo para que su Espíritu crezca en nosotros. Es nuestra decisión hacer la cita.




Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
Santiago 3:18


Tomado del libro: Momentos de quietud con Dios
Editorial Unilit.


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20 oct 2010


Hay dos momentos en el día cuando podemos mirar de frente al sol sin ninguna protección: durante el amanecer y al anochecer. En esos momentos, el sol se muestra tal como es a todos. Con las personas ocurre algo similar. Dedicamos toda nuestra vida a escondernos bajo la vestimenta, los títulos de estudio, bienes materiales, posición en el trabajo, maquillaje, etc. Hoy en día, muchos pierden su rostro o la salud al someterse a las cirugías plásticas. Pero el nacimiento y la muerte humana no se pueden ocultar con nada del mundo. Nacemos desnudos, y morimos desnudos.

     El novelista Lee Cheong-Jun (1939-2008) dijo una vez que el hombre madura hasta los 60 años de edad, pero a partir de entonces, va perdiendo es madurez. Esto quiere decir que hay más personas que vuelven a ser como niños con la edad, que los que logran tener una personalidad más profunda. 

Actualmente, están aumentando cada día los enfermos de Alzheimer. Perdemos la capacidad intelectual, volitiva, de recordar y nos tornamos como niños. Se cuenta que cuando el emperador Alejandro estuvo al borde de la muerte, pidió que hicieran unos agujeros en cada lado de su ataúd para que sacaran sus manos por allí. Sus súbditos le preguntaron la causa, y él les respondió diciendo:
     “Que el mundo vea que aún el gran Alejandro Magno se fue del mundo con las manos vacías”.
     Así es la vida de todos, sin diferencia alguna entre uno y otro. ¡Qué necedad más grande sería vivir menospreciando a los demás, sintiéndose más que otros, cuando desnudos hemos venido y desnudos nos iremos!
            

Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes?
El hombre es semejante a la vanidad; Sus días son como la sombra que pasa.
Salmos 144:3-4

Tomado del libro tiempo con Dios
Autor: Lee Jae-Cheol






Fotos de: Rarindra Prakarsa


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15 oct 2010

Nuestra vida está controlada y determinada por nuestro corazón. ¿Qué es el corazón? La Biblia nos proporciona muchas verdades acerca de él. Cuando ella usa la palabra corazón, se está refiriendo generalmente a nuestra mente subconsciente y su contenido. Históricamente, el corazón ha sido una metáfora por el centro de nuestro ser.
Nuestro corazón o mente subconsciente son lo que nos motiva en nuestras actitudes y acciones, aunque no podamos ser conscientes de lo que nos está influenciando. Jesucristo enfatizó lo siguiente:

Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas (Mateo 12:34-35).
Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contamina al hombre (Mateo 15:18-20).

En estas sencillas declaraciones, el principio del corazón y su poder para controlar toda la vida de uno, es evidente. Cualquier cosa que esté en nuestro corazón dicta nuestra experiencia en la vida. De acuerdo con Jesús, todas nuestras acciones son motivadas por el contenido de nuestro corazón a lo que está almacenado en nuestra mente subconsciente.
Esto nos lleva a reflexionar la siguiente verdad: La manera de pensar de nuestra visión y de cómo actuamos en ella viene de nuestro corazón también.

Oración: Padre, nuestro corazón es el centro de nuestro ser y refleja lo que realmente somos. Queremos que nuestro corazón y nuestra vida te reflejen a Ti. Que nuestras palabras y acciones puedan revelar las buenas cosas que Tú has almacenado en nosotros.

 

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Mateo: 5:8


Tomado del libro Devocional diario de poder y oración
Autor: Dr. Myles Munroe
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14 oct 2010


Un niño entró a la tienda de mascotas para comprar un perrito. El dueño del local le mostró varios, y el niño fue tomando cada uno de ellos en sus manos. Observándolos de cerca. “¿Cuál has escogido?” “Después le digo. ¿Cuánto cuesta cada uno de estos perritos?”El dueño les dijo los precios, y el niño le prometió volver varios días más tarde. “Tienes que volver rápido. Estos perritos se venden muy bien”. El niño mostró una gran sonrisa de convicción y respondió: “No me preocupo. El perrito que yo escogí permanecerá hasta que yo vuelva”.

     El niño trabajó. Sacó la maleza, limpió las ventanas, limpió el patio, en fin, trabajó con mucho esmero. Y con el dinero que juntó, volvió a la tienda. El dueño contó la plata y con una sonrisa, le dijo: “Muy bien, ahora escoge el perrito que te vas a llevar”.

     El niño tomó en sus manos un perrito flaquito y cojo. El dueño trató de hacerlo recapacitar diciendo:”No te lleves ese. Tú mismo puedes ver que es cojo. No puedes jugar ni correr contigo. Tampoco podrá traer la pelota en su boca. Elige uno de los sanos”. “No, gracias”, le respondió. “Este es el perrito que yo quiero tener”. Cuando el niño salió del local, el dueño quiso decirle algo más, pero guardó silencio. Pudo comprenderlo todo. Vio por debajo del pantalón del niño, una pierna de madera. ¿Por qué el niño habrá querido quedarse con ese perrito? Porque conocía el corazón del perrito cojo. Y también que se trataba de un perrito muy especial.

     Los seres humanos nos acostumbramos a mirar lo que está delante de nosotros, y con eso sacamos conclusiones, determinamos y en algunas ocasiones hasta hacemos prejuicios de ello. Dios mira lo que está en nuestro corazón, a Él no se le puede esconder nada, todo lo sabe, todo lo conoce y nos entiende. Por eso Él pide nuestro corazón y nos alienta a confiarle toda nuestra vida.
 

 
Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira
lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
1 Samuel 16:7
 

 
 
 
Tomado del libro tiempo con Dios



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11 oct 2010

Nada de lo que Dios hizo es vano.

Las florecillas silvestres tienen algo que enseñar. Se dan por entero con mucha bondad, seguridad y gusto, aun si pareciera que nadie las aprecia. De igual manera cantarían una alegre canción para ellas mismas, pues están muy felices de amar, aun cuando nadie las ama a cambio.

Todas las bellezas dignas de consideración en el alma humana, sus mayores victorias y sus mas esplendidos logros son siempre los que no conoce ninguna otra persona, o que apenas se perciben.
Muchos de una vida tranquila, común y corriente, oculta y desconocida para el mundo, son un autentico jardín en el que brotan las flores y los frutos del amor con tal perfección que es un lugar deleite donde el mismo rey del amor camina y se regocija con sus amigos.

Casi siempre las mayores victorias son semejantes a las de las flores silvestres, esas que nadie conoce.

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6 oct 2010

Hoy lo digo y lo seguire repitiendo, "Cuan dichosa soy".
Si, muy dichosa,.
Dichosa por tener aun sin merecer, por ver en mi crecer la fe que muchos ignoran y no buscan tener.

Sabemos que por gracia y misericordia somos salvos y aceptos ante el unico y verdadero Dios. Ante esto me quebranto, me humillo. Me complace saber que estoy en las manos del creador, del grande, que puedo acercarme a El sin temor. El me resivira tal como soy. Puedo depositar toda mi confianza en sus manos y estar tranquila y segura de que todo estara bien. Wow. Cuan dichosa soy!.

Dichosa de creer aun sin ver, por su escogencia por su bondad que me a alcanzado.
Dichosa de ser parte y ser llamada Hija de Dios.

Creo que la voluntad de Dios es que toda su creacion se sienta dichosa y merecedora de El. Su deseo es que todos estemos bajo la sombra de sus alas, en su intimidad, Que lo conoscamos, que veamos su corazon y disfrutemos de una amistad eterna. Pero dichosos aquellos que conocen esta verdad.!

Dichosos aquellos que aun sin entender en totalidad, se rinden a los pies del Rey.
Dichosos aquellos que dan riversa ante el sistema del mundo y van en contra de toda sabiduria humana, y van en pos del que todo lo puede. Jehova Dios todopoderoso.


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Nosotros fuimos designados por Dios para sobresalir no para mezclarnos. Pensemos en las miles de clases de flores en el mundo. Son flores, pero cada una es única en su especie. Pensemos en un bosque. A primera vista, todos los árboles parecen mezclarse. Sin embargo, cuando nosotros nos acercamos más, vemos que la forma de cada árbol es única. Cada tipo de árbol tiene hojas con un diseño distinto. ¿Por qué? La unicidad es parte de la creación de Dios.

El diseño individual es tan real para la humanidad como lo es para la naturaleza. Dios no quiere que ninguna persona se pierda en el mar de personas. Hay más de seis millones de personas en el planeta y ninguna de ellas tiene nuestra huella digital. Podemos ser complacientes de esta asombrosa verdad, pero algo de lo que nosotros continuamente debemos hacer memoria puesto que es fácil sentirse perdido en la multitud. Nosotros somos de una clase irreemplazable, original; nosotros somos “formidables y obra maravillosa”.

Si vamos a comprar a una tienda de descuento, notaremos que muchos de los vestidos, chaquetas deportivas o corbatas que están en las perchas son parecidas. No son costosas porque fueron fabricadas en masa. Si nosotros queremos un vestido original, sin embargo, tenemos que ir a un diseñador. Nosotros no queremos un vestido de los fabricantes en masa. Dios no nos puso en una percha para la venta de descuentos. Fuimos hechos por el Diseñador.

Oración: Padre, ayúdanos a recordar que somos Tu diseño único. Siendo que somos únicos, Tú nos has dado una visión única. Que podamos nosotros descubrirla y andar en ella. Amén.


Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado,
y mi alma lo sabe muy bien.
Salmos 139:13-14


Tomado del libro devocional diario de poder y oración
Autor: Dr. Myles Munroe
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4 oct 2010

Un niño fue a la tienda de la esquina con su madre. El dueño del negocio, un hombre muy amable, le mostró un recipiente lleno de dulces y lo invitó a tomar un puñado con su mano. El niño se echó hacia atrás. Entonces el dueño metió su mano en el recipiente, sacó un puñado de dulces y se lo dió.

Cuando salieron de la tienda, la madre del niño le pregunto por qué había sido tan tímido y no había querido tomar por sí mismo el puñado de dulces ofrecido. el niño respondio:
"Porque la mano del dueño es más grande que la mía".


Debemo aprender a confiar en las manos Gigantescas, .
Manos que te haran descansar y tener paz, dejemos k sean sus manos que saquen y tomen lo que deseamos conforme a su voluntad,. solo esas manos traeran buenos resultados.

(Los Hábitos de jesús- Jay Dennis)

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El camino más famoso en el mundo es la vía dolorosa, “la ruta de la tristeza”. Según la tradición, es la ruta que Jesús tomó desde el palacio de Pilato al calvario. La ruta está marcada por estaciones usadas con frecuencia por los cristianos para sus devociones. Una de las estaciones marca el paso del veredicto de Pilato. Otra, la aparición de Simón para ayudar a llevar la cruz. Dos estaciones recuerdan las caídas de Jesús y otras sus palabras.


Entre todas, hay catorce estaciones, cada una recordando los sucesos de la caminata final de Cristo.

¿Es la ruta verdadera? Es probable que no. Como resultado, nadie sabe con exactitud cuál fue la ruta que Jesús siguió aquel viernes. Pero nosotros sabemos dónde empieza este camino.

Comienza no en la corte de Pilato sino en los salones del cielo. El Padre inició su jornada cuando dejó su hogar para venir en busca nuestra. Su deseo era circular: traer a sus hijos de vuelta a casa. El camino a la cruz nos dice con exactitud hasta dónde va a llegar Dios para hacernos volver.


Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
en cuyo corazón están tus caminos.
Salmos 84:5

Tomado del libro “Gracia Para Todo Momento”
Autor: Max Lucado
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2 oct 2010

¡¡¡¡¡Tengo que reconocerlo,
 soy una de esas mujeres mantenidas!!!!!



Soy una mujer MANTENIDA

Verás, hubo momentos en que pensé que perdería la razón,

pero Dios me MANTUVO sana.

Hubo momentos cuando pensé que ya no podía mas,

pero Dios me MANTUVO en el camino.

En ocasiones, quería golpear a aquellos que me hicieron daño,

pero Dios  MANTUVO mi boca callada.

A veces el dinero no me alcanzaba,

pero Dios me ha ayudado a MANTENER las luces encendidas,

el agua corriendo, el carro y la casa pagada.

Cuando pensaba que caía,

Dios me MANTUVO arriba.

Cuando pensaba que era débil,

El me MANTUVO fuerte.

Pudiera continuar y continuar, pero estoy segura que ya entendiste: 

¡Soy bendecida de ser MANTENIDA!

¿Conoces a alguna mujer MANTENIDA?

¿Y sabés qué es lo más lindo de esto?


¡¡¡¡NO ME DA VERGÜENZA
DECIRLO
NI TAMPOCO QUE
LO SEPAN!!!




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30 sept 2010




Acorralado en la cima de una colina, canta su canción desesperada esperando a un inmortal que lo libere de su vida de muerte.

Retenido en el escaso aire de una vida no planeada; afirma con duda que algo tiene que pasar.
Secuestrado y despojado de sus derechos, admite que todo fue un error, un mal paso. Pero ante este clamor la condena no sede, se ha determinado a destruir este pobre y engañoso corazón que por decisión propia un día se desvió.

El conoció las advertencias, vio ambas puertas, sin embargo ignoro la mas estrecha siguiendo esa bella entrada, espaciosa y llamativa la cual todos seguían.-"Hay caminos que al hombre le parecen derechos, pero al final son caminos de perdición". (Proverbios 14:12) -Recordó aquella cita, esa advertencia que un día leyó.

La condena no deja de golpear su conciencia, le desgarra su esperanza, ha destrozado su razón. Sabe que aun tiene una salida, "Clamar por perdón", no lo piensa dos veces, al instante grita con desesperación.- "Señor mío, señor mío, ayúdame, sálvame por favor".... Aun no termina de gritar cuando irrumpen ante un fuerte temblor, la paz y el perdón. La condenación espantado se hecha a huir. Ambas, paz y perdón fueron enviadas a salvar al corazón quien arrepentido y quebrantado va ante su señor quien le recibe con mucho amor.

El señor le cambio sus vestiduras de dureza por vestiduras nuevas, adornadas de humildad, pureza y santidad.

Sello su frente con sangre, señal de salvación.    (1 pedro 2: 24-25)



"¡Que felicidad la de aquellos cuya culpa ha sido perdonada!... (Salmos 32:1).


 "Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran".   (Mateo 7:13-14)



"Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que 
diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la 
mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda".

( Isaías 30:21).





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