4 nov 2010

Un antojo se apodero de mi, "deseo de una buena taza de café".
 Camino a la cocina y de repente  llego una voz, con interés de hablar conmigo:

-Ya lo conseguiste, no era lo que querías?. Porque seguir a su lado?-Dijo.

 Agarro la greca y me sigue diciendo: -No puedes pensar que seras mal agradecida por dejarlo...te costo muchas lagrimas.

Lavo la greca.

-Acaso no recuerdas? todas las noches llenas de insomnio pensando en sera o no sera posible.

Se me  hace agua la boca por el olor del polvo del café.

 -Ademas durante mucho tiempo ni su voz escuchabas para aliviar la angustia que sentías en ti.- insistía-.

Enciendo la hornilla y espero.

 -No creo que hablaras en serio cuando le dijiste que con o sin tu "milagro" le amaras y que jamas lo dejarias, déjate de eso, puedes dejarlo y seguirlo amando!! no seras ni la ultima ni la primera, te lo aseguro!.

 El olor invade la cocina, llegando a la sala.
El café ya esta listo. Busco la taza, cubiertos y azúcar.

-Puedes venir, las ofertas que tengo, ya sabes, son para no rechazar; trabajo, amor, dinero, tengo a muchos esperando por ti.

Muevo mi antojo despacio. Camino a la sala, no se quiere dar por vencido, intenta volver a hablarme:

-Te tengo en la.....

(Interrumpo)

DISCULPA, estoy ocupada, no lo ves?. Estoy en la RUTA del café, no tengo tiempo para ti. Es tiempo de disfrutar un buen trago.

Ya se fue...ahora llego EL...entonces le comento:
-Acabo de aprender algo... no es el antojo, ni la necesidad, no se trata de recibir "milagros", tampoco se trata del agradable olor, ni siquiera del polvo, mucho menos de la borra del café....es la RUTA hacia El!! 


Hoy por fin lo entiendo a plenitud: PUESTOS los OJOS en Jesús, el autor y el consumador de la fe!!  De esto se trata...de la RUTA!! 





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