4 oct 2010

Un niño fue a la tienda de la esquina con su madre. El dueño del negocio, un hombre muy amable, le mostró un recipiente lleno de dulces y lo invitó a tomar un puñado con su mano. El niño se echó hacia atrás. Entonces el dueño metió su mano en el recipiente, sacó un puñado de dulces y se lo dió.

Cuando salieron de la tienda, la madre del niño le pregunto por qué había sido tan tímido y no había querido tomar por sí mismo el puñado de dulces ofrecido. el niño respondio:
"Porque la mano del dueño es más grande que la mía".


Debemo aprender a confiar en las manos Gigantescas, .
Manos que te haran descansar y tener paz, dejemos k sean sus manos que saquen y tomen lo que deseamos conforme a su voluntad,. solo esas manos traeran buenos resultados.

(Los Hábitos de jesús- Jay Dennis)

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