23 oct 2011



No podemos llegar a la verdadera raíz de un problema si solo rascamos la superficie de los asuntos. Si deseamos cambiar en la vida, debemos ir a la raíz de nuestra resistencia y confort con el promedio. Esto requiere una reflexión de la condición de nuestro corazón. Lo que encontramos en nuestro corazón, a menudo, se materializa en nuestra vida. Nuestra mente subconsciente y nuestro corazón están atados cerca. Al permitir que entre información manchada con pecado, nuestro pecado tiene influencia. Nuestra mente subconsciente es la raíz invisible que debemos guardar con la Palabra de Dios.

Recuerda, Al dejar nuestro corazón desprotegido de la Palabra de Dios, queda vulnerable de las influencias y comportamientos destructivos que pueden corromper nuestra vida. Lo que entra a nuestra mente subconsciente influencia la condición de nuestro corazón.
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