17 ago 2011


La importancia de las cosas puede ser medida por medio de cuánto tiempo estamos dispuestos a invertir en ellas. Cuanto más tiempo le da a algo, más revela la importancia y el valor que tiene para usted. Si quiere conocer las prioridades de una persona, sólo tiene que ver cómo usa su tiempo.

     El tiempo es su regalo más valioso porque sólo tiene una cantidad limitada. Puede hacer más dinero, pero no puede hacer más tiempo. Cuando le da a alguien de su tiempo, le está dando una porción de tiempo que nunca podrá recuperar. Su tiempo es su vida. Por eso es que el mayor regalo que le puede dar a alguien es su tiempo.

     No es suficiente sólo decir que las relaciones son importantes; tenemos que probarlo al invertir tiempo en ellas. Las palabras solas son vacías. "Hijos míos, nuestro amor no debería de ser sólo palabras y hablar; tiene que ser amor verdadero, el cual se demuestra con hechos." 12 Las relaciones toman tiempo y esfuerzo, y la mejor manera de mostrar el amor es "T-I-E-M-P-O".

     La esencia del amor no es lo que pensamos o hacemos o proveemos para otros sino cuánto damos de nosotros mismos. Los hombres, en particular, a menudo no entienden esto. Muchos me han dicho, "No entiendo a mi esposa ni a mis hijos. Les doy todo lo que necesitan. ¿Qué más pueden querer?" ¡Lo quieren a usted! Sus ojos, sus oídos, su tiempo, su atención, su presencia, su concentración su tiempo. Nada puede remplazar eso.
     El regalo de amor más deseado no son diamantes o rosas o chocolate. Es la atención concentrada. El amor se concentra tan intensamente en el otro que se olvida de sí mismo en ese momento. Cuando presta atención a otro le está diciendo, "Eres tan valioso para mí que quiero darte de mi más valiosa posesión: mi tiempo." Cuando da de su tiempo, está haciendo un sacrificio y el sacrificio es la esencia del amor.

 
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida.
Eclesiastés 3:11-12

 
 
Tomado del Libro Vida con propósito
Autor: Rick Warren

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