2 sept 2010

Un día de agosto de 1945, se distribuyeron volantes de advertencia a todos los ciudadanos de Hiroshima, Japón: “Pronto caerá en esta ciudad una bomba atómica sin precedentes. Convenzan a su rey que se rinda antes de que esta caiga. Si no se rinde, váyanse todos a otro lugar antes del 6 de agosto”.
Todos los que leyeron este aviso reaccionaron de distintas formas. Algunos pocos respondieron a la advertencia y se fueron de la ciudad. Pero, la mayoría se burló diciendo: “! Cómo nos vamos a rendir, si estamos ganando la guerra!”. Y Como estaba previsto, la bomba cayó en Hiroshima produciendo resultados muy trágicos. Murieron muchísimas personas que no quisieron creer. Pero se salvaron los que habían visto la volante y se refugiaron en otra ciudad.
Nosotros debemos despertar la fe que se encuentra dormida. Como no sabemos cuándo vendrá nuestro Salvador, el Señor Jesús, siempre debemos estar preparados y alertas. Debemos anhelar escuchar la voz del Señor; pedir por sabiduría. Dios ya había advertido a la gente de la época de Noé que los juzgaría con el diluvio. Pero, solamente ocho personas de la familia de Noé fueron salvos por su obediencia, ya que todos los demás comieron, bebieron, se burlaron sin creer y perdieron la vida. Debemos estar muy atentos a la Palabra de Dios. Examinemos nuestras vidas de fe mientras esperamos la segunda venida de Jesús. Despertemos una vez más. Debemos llevar una vida piadosa y lejos del mal para recibir al Señor Jesús en estos últimos días.
No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal;
porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.
Proverbios 3:7-8
Tomado del libro Tiempo Con Dios
Photobucket

0 comentarios:

Publicar un comentario