30 ago 2010

La historia trata de la participación en un concierto del gran pianista polaco Ignacy Jan Paderewski. La actividad se celebró en una famosa sala de concierto de los Estados Unidos, donde el artista fue a actuar para la élite social de la ciudad.
Esperando en la audiencia el comienzo del concierto estaba una mujer y su pequeño hijo. Después de sentarse por más tiempo del que su paciencia podía aguantar, el niño se le escapó a su madre. Estaba fascinado por el bello piano Steinway listo para la actuación y se acercó para verlo. Antes de que nadie se diera cuenta de lo que pasaba, subió al estrado, saltó a la banqueta del piano y empezó a tocar “Chopsticks”.
La audiencia se horrorizó. ¿Qué pensará el gran Paderewski? Pronto los murmullos se transformaron en un coro de ruidosa desaprobación al tiempo que el gentío exigía que quitaran enseguida al niño de allí.
Detrás de bastidores, Paderewski escuchó turbación y, percibiendo la causa, corrió a unirse al niño en el piano. Extendió sus brazos alrededor del niño y por detrás de él e improvisó su propia versión de la melodía de su pequeño invitado. A medida que seguía el improvisado dúo, el maestro susurró al oído del niño: “sigue… no lo dejes… no pares… no pares”
Es posible que nosotros nunca toquemos al lado de un maestro del piano, pero cada día de nuestra vida podemos hacer un dúo con El Gran Maestro. ¡Qué gran gozo es sentir sus brazos de amor alrededor de nosotros mientras nos susurra: “Sigue adelante… no te detengas…Yo estoy contigo”!
Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos.
Sofonías 3:17
Tomado del libro Momentos De Quietud Con Dios
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29 ago 2010

(Juan 12:44-50)
Jesús dijo con voz fuerte: "El que cree en mí, no cree solamente en mí, sino también en el Padre, que me ha enviado.Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado.Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien lo condena; porque yo no vine para condenar al mundo, sino para salvarlo.El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien lo condene: las palabras que yo he dicho lo condenarán en el día último.Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar.Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que yo digo,lo digo como el Padre me ha ordenado."
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26 ago 2010

Es muy importante poder recuperarse después que uno se ha fracturado la espalda y algunas costillas. Sólo preguntémosle a Jaroslav Rudy, un checolosvaco quien reside en los Estados Unidos, hace unos diez años.
Jaroslav viajaba a alta velocidad en su motocicleta por un sendero aislado, y al tomar una curva chocó con una piedra, y perdió el control de su vehículo. Segundos después, estaba en el fondo de un terraplén de treinta pies, fuera de la vista de cualquiera que viajara o caminara por el sendero.
Rudy permaneció dos días en el mismo lugar donde cayó; le era imposible moverse por causa de sus heridas. Las bajas temperaturas, el hambre y el dolor lo motivaron por fin, a intentar regresar al sendero.
Sus primeras tentativas resultaron ser inútiles, el dolor era demasiado intenso. Al siguiente día, lo intentó de nuevo, comenzando a las seis de la mañana. Iba arrastrándose pulgada a pulgada, mientras escuchaba el crujiente sonido de sus lesionados huesos, y se desmayó varias veces en el proceso, por lo que demoró unas seis horas en llegar al sendero. Fue entonces cuando cuatro ciclistas lo encontraron. Poco tiempo después, era llevado al hospital.
Cuando nos faltan las fuerzas y enfrentamos una meta que simplemente tenemos que alcanzar, no tenemos que rendirnos, pero sí debemos ser sensibles.
Examinemos nuestra situación, y dediquemos tiempo para analizar lo que tenemos que hacer y cuáles son los recursos disponibles. Pidámosle al Señor que nos dé su sabiduría y su plan.
Ideemos un plan de ataque, y que el mismo incluya un horario y programa para lo que esperamos lograr, en un período de tiempo dado.
Tomemos breves descansos a lo largo del camino, de modo que nuestra creatividad y energía sean renovadas.
Siempre recordemos que a pesar del éxito que alcancemos, la realidad es que nunca lo hicimos solo.
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Salmos 84:5
Tomado del libro un café con Dios
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22 ago 2010

Santo Domingo, República Dominicana

La cantante urbana Sarah “La Profeta” demostró que solo es necesario ponerse en las manos de Dios para triunfar.

Ante un público que abarrotó las instalaciones del Auditorio Patrick Hudson, la joven cristiana presentó el pasado viernes su concierto Vanidad, en el marco del lanzamiento oficial de su nuevo disco.

La profeta inició su concierto a las 8:20 de la noche desatando el entusiasmo y los gritos de todos, que pocas veces tomaron sus asientos en toda la noche. Sarah inició con el estilo meren-house del tema “Yo

Confío”, “La risa” y “Adoremos”.

Acompañada de un excelente equipo de danzarinas y el grupo de coreografía Street Dance Crew quienes dieron el toque colorido con su baile agresivo, la chica urbana cristiana, canto a dúo con el joven rapero Chelo Home la canción “Tu me has cambiado”.

Sarah “La profeta”, hizo un aparte para ministrar las vidas de manera mas directa, explicando que todo el esfuerzo realizado en la actividad tenia el propósito de que quienes no conocen del Señor Jesucristo, tuviese un encuentro con él en una forma diferente. Esto puso al público a reflexionar profundamente, mientras Sarah provocaba emociones y lagrimas en muchos.

“La Profeta” estuvo junto al violinista Carlos García en el tema “Beat”. El final se realizó por todo lo alto con la presentación del vídeo, mientras ella cantaba “Vanidad” que fue coreado a gran voz por sus fans que no se movieron hasta las 10:50 de la noche.
Su sitio oficial en myspace:
Escrito por: TROI ORLANDO ESPEJO
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18 ago 2010


Durante la mañana, a media noche, y aun cuando no creamos estar pensando en ello, ahí está aquello por lo que nos preocupamos. La preocupación es una fuerza destructiva que nunca ayuda a resolver problemas, sino que añade tensión y a menudo obstaculiza la facultad para hallar soluciones.


 ¡La ansiedad no es algo que está dentro del plan de Dios para nuestra vida!

En su libro, Questions Jesus Asked (Preguntas que hizo Jesús), el doctor Clovis Chappell nos ofrece el siguiente ejemplo:

Hace muchos años, durante los días pioneros de la aviación, cierto piloto se encontraba en medio de un vuelo alrededor del mundo. Dos horas después de haber despegado de su último campo de aterrizaje, escuchó un ruido en su avión, el cual identificó como el roer de una rata. Aunque no estaba seguro, cabía la posibilidad de que la misma se hubiera estado comiendo algún cable vital o de control del avión. La situación era muy crítica. El piloto estaba bastante preocupado y ansioso. Al principio, no supo qué hacer. Se encontraba a dos horas de su último campo de aterrizaje, y a más de dos horas del próximo.

Entonces recordó que la rata es un roedor, y que no fue diseñada para las alturas, sino para vivir en tierra y bajo tierra. Así que comenzó a ascender. Logró ascender unos mil pies de altura, y luego otros mil, y aún otros más, hasta llegar a una altura que sobrepasaba los veinte mil pies. Entonces el roer cesó. La rata había muerto. No podía sobrevivir en la atmósfera a tal altura. Pasadas las dos horas, el piloto hizo descender el avión en el próximo campo de aterrizaje, y encontró la rata muerta.

Amigos, en Jesús la preocupación es un roedor. La misma no puede sobrevivir en el lugar secreto del Altísimo. No podrá respirar en la decisiva atmósfera creada por la oración y la familiaridad con la Escritura. La preocupación muere cuando ascendemos hasta el Señor por medio de la oración y Su Palabra.

¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe,
puede añadir una sola hora al curso de su vida?
Lucas 12:25

Tomado del libro un café con Dios
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17 ago 2010

El tiempo vuela sin que yo pueda notarlo. Es preciso cada momento y por esto debo administrarlo.
Entiendo que cada movimiento presente causara efectos evidentes, historia que se contaran, mientras no puedo contar lo que pasara.
Hacemos las cosas, vivimos, corremos, aun sin conocer el futuro incierto.
Esto es correr tras el viento.
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Frecuentemente las personas piensan que los cirujanos que intervienen en las operaciones del corazón son “lo máximo” en el campo médico. La misma opinión deben tener, y con mayor razón, las personas que conocen al Doctor William DeVries, iniciador del implante de corazón artificial. Sus compañeros de Hospital Humano en Louisville, Kentucky, describen a DeVries como el médico que les da ánimo a los enfermos desalentados. De vez en cuando. DeVries les cambiaba la ropa a los enfermos, lo cual era trabajo de las enfermeras, y también conversaba con los enfermos cuando ellos deseaban.
Los amigos de DeVries lo llamaban “Zapato viejo”, porque cabe bien dondequiera que vaya. A DeVries le encantaba tener puestas sus botas de vaquero en la sala de operaciones, a menudo operaba escuchando música de Vivaldi o Jazz. “Él siempre tenía una sonrisa en su rostro y buscaba el momento para explotar en una carcajada”, dijo el Dr. Robert Goodin, especialista en corazón de Louisville.
Aunque hayamos alcanzado altos niveles, nunca olvidemos que nosotros comenzamos desde cero. Aunque hayamos nacido en medio de riquezas, nobleza y privilegios, en algún momento fuimos indefensos bebés recién nacidos. El verdadero éxito no consiste en alcanzar un puesto en el cual otras personas nos sirvan, sino dondequiera que estemos, poder desempeñar un puesto en el cual nosotros podamos servir a otras personas.
Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.
Gálatas 5:13
Tomado del libro Tiempo Con Dios
Honor Books
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16 ago 2010

Me esforzare cada mañana en levantar una piedra preciosa en honor a ti, reconstruir nuestro amor que desde el principio fue perfecto.
La plaga que come lo valioso nuestro sera lo primero en eliminar,. El pecado no podra con nuestro amor.
Hoy es un nuevo dia, donde mis instintos se desbordaran de amor, eres la esencia misma de mi vida y por esto aun sigo viva. Eres todo en mi.
Tu muerte, es mi muerte, tu vida hoy es mi vida. Aquí estoy para ti... Jesús.
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Un hombre caminaba tarde, en la noche a una ciudad distante cuando tropezó con algo en el camino. Se inclinó y recogió una pequeña bolsa llena de piedras. Echó un vistazo a su alrededor y miró con fijeza en la oscuridad, tratando de ver si se le había caído a alguien. No viendo a nadie, decidió llevarse la bolsa en su largo viaje en una noche sin luna.
Para pasar el tiempo, comenzó a arrojar las pequeñas piedras en el río junto al camino. Tac…tac…el sonido era una distracción inofensiva para el viajero aburrido. Cuando llegó a su destino, solo le quedaban dos piedras en la bolsa. Entrando a la ciudad, se acercó a una lámpara en la calle cerca de la plaza. Tomando las dos piedras restantes en la palma de su mano. Las vio bajo la luz amarilla y vio un extraño destello y brillo en las piedras. Las vio más cerca. Para su asombro y consternación, ¡las pequeñas piedras en realidad eran diamantes!
Un sabio pastor en la cárcel que pudo guiar a muchos de sus compañeros prisioneros a Jesús contó esta pequeña historia en numerosas ocasiones. A través del sufrimiento aprendió que cada minuto pudiera ser utilizado para promover el reino de Dios, sin importar las circunstancias. A menudo amonestaba a otros: “Usted puede recobrar el dinero perdido, pero no el tiempo perdido. Utilice su tiempo con sabiduría en el servicio a Dios”.
Hay treinta y dos millones de segundo en cada año y cada segundo que vivimos es un valioso regalo de Dios para utilizarlo en sus propósitos. Si los desperdiciamos, los segundos regresan a Dios, pero no regresarán a nosotros. Desaparecieron para siempre, como los diamantes en el sedimento en el fondo del río. Jesús, aun cuando lo crucificaban, pasó sus últimos suspiros ofreciéndole salvación al ladrón y hablándole palabras de consuelo a su madre. Incluso ministró a sus asesinos ofreciéndoles perdón.
Imagínese que tan valioso fue este tiempo para el ladrón que se unió a Jesús en cielo ese día. ¿Estamos llenando nuestro valioso momento con un propósito? Pidámosle a Dios que nos muestre cómo redimir nuestro tiempo, no desperdiciarlo.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.
Salmos 90:12
Tomado del Libro Devoción Extrema
Traducido al español por Rafael B. Cruz
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14 ago 2010

Cuando le damos a un rey, él está obligado no solo a responder a nuestro regalo, sino también a superarlo.
Cuando la reina Sabá visitó al rey Salomón de Israel, con sus regalos de especias, grandes cantidades de oro y piedras preciosas, estaba siguiendo el protocolo. Sin embargo, ella no estaba preparada para la magnitud de las riquezas que encontró en la corte se Salomón:
La reina de Sabá se quedó atónita al ver la sabiduría de Salomón y el palacio que él había construido, los manjares de su mesa, los asientos que ocupaban sus funcionarios, el servicio y la ropa de los camareros, las bebidas,
y los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor. Entonces le dijo el rey: ¡Todo lo que escuche en mi país acerca de tus triunfos y de tu sabiduría es cierto! No podía creer nada de eso hasta que vine y lo vi con mis propios ojos. Pero en realidad, ¡no me habían contado ni siquiera la mitad! Tanto en sabiduría como en riqueza, superas todo lo que había oído decir. Luego la reina le regaló a Salomón tres mil novecientos setenta kilos de oro, piedras preciosas y gran cantidad de perfumes. Nunca más llegaron a Israel tantos perfumes como los que la reina Sabá le obsequió al rey Salomón. El rey Salomón, por su parte, le dio a la reina Sabá todo lo que ha ella se le antojó pedirle, además de lo que él, en su magnanimidad, ya le había regalado. Después de eso, la reina regresó a su país cono todos los que atendían (1 Reyes 10:4-7, énfasis añadido).
Darle a un rey atrae su riqueza a favor del dador. Dar engendra dar. Este principio funciona en ambos sentidos. Los reyes dan riqueza para ganar más riqueza. Pero cuando damos al Rey, provoca que vuelva a nosotros porque nuestra generosidad atrae la riqueza del rey hacia nosotros.
Esto se relaciona directamente con el concepto de mayordomía contra propiedad. Cuando sentimos que poseemos lo que tenemos, tendemos a agarrarlo y aferrarlo cerca de nuestro pecho. En es postura es imposible recibir más. No podemos recibir algo con los puños cerrados y los dedos agarrotados. Por otra parte, cuando nos acercamos al Rey con manos abiertas respecto a nuestras cosas, no solo podemos depositarlas a sus pies como un regalo, sino que también estamos en una postura como para recibir.
Nadie se presentará ante mí con las manos vacías (Éxodo 34:20). El principio es aplicable hoy en día. Siempre deberíamos acercarnos al Rey con un regalo de alguna clase para ofrecerle: un diezmo – el 10% de nuestro ingresos, alabanza, adoración, acción de gracias- ; simplemente sin las manos vacías. El mejor regalo que podemos darle a Él es nuestro corazón y nuestra vida, libre y completamente.
Nunca podremos dar más que Dios. Demos, y Él nos dará abundante y desbordantemente en retorno. Es un principio de su Reino.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo;
porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Lucas 6:38
Tomado del libro Los principios del reino
Autor. Myles Monroe

13 ago 2010

La poesía “Si no hubiese sufrido” fue escrita por el famoso poeta Genzo Mizuno, que nació en Japón en 1937. Estando en cuarto grado de primaria, a los 9 años de edad, padeció disentería, que le produjo meningitis, causándole pérdida total de la capacidad de expresión. Quedó totalmente paralizado e imposibilitado de hablar. Cuando el médico le entregó él terrible diagnóstico de que nunca más podría moverse ni hablar, él solamente cerró sus ojos en silencio. Su madre decidió ayudarle a que, al menos, pudiera comunicarse. Juntos crearon un medio de comunicación usando el parpadeo de los ojos de Genzo, representando cincuenta sonidos del idioma japonés.
A los doce años empezó a leer la Biblia, y al año siguiente recibió a Jesús como su Señor. Su madre leía el parpadeo de sus ojos, y escribía sus poemas llenos de humilde gratitud y gozo en medio de sus luchas y victorias en un cuerpo paralizado. En medio del dolor, Mizuno editó poesías como “Mi gracia te es suficiente” y “La gracia de Dios me hace ser yo mismo”. Genzo Mizuno partió a encontrarse con su Señor en 1984, a los 47 años de edad.
Las personas suelen pensar que sólo los fuertes y ricos logran hacer cosas grandes. Pero los protagonistas del reino de Dios son los débiles y los que no tienen fuerzas. El Señor es la fortaleza de los débiles, y levanta a los fracasados y necesitados, a los temerosos y desanimados. Nos ayuda a ser soldados valientes por la providencia y el poder de Dios para cargar la cruz. Recordemos que cuando estamos débiles, el Señor será nuestra fortaleza.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En Él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
Salmos 28:7
Tomado del libro Tiempo Con Dios
Autor: Kim Hyeong-jun
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12 ago 2010

¿Alguna vez escuchamos la frase “profecía que tiende a cumplirse por su propia naturaleza”? Esta frase se refiere a que algo que esperamos que suceda, por lo común es aquello que en realidad acontece. Este concepto se aplica perfectamente al versículo que veremos más adelante. Nosotros llegamos a ser lo que creemos ser. Si pensamos que fracasaremos, probablemente lo hagamos.
Si pensamos que tendremos éxito es muy probable que lo alcancemos. El poder de la mente es muy grande. Por este motivo Pablo se dirige a la Iglesia de Filipos y le da un excelente consejo, vigente para nosotros hoy:
“Por último hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes”. (Filipenses 4:8-9)
Tememos que muchas personas se dejan dominar por los pensamientos negativos que guardan en su corazón, cuando en realidad, en Dios podemos llegar a ser mucho más. Este poema nos ayudará en enfocar nuestros pensamientos en Dios y así ver el lado positivo de la vida.
Si piensas que estás vencido, lo estás; si piensas que no te atreves, no lo harás; si te gusta ganar pero piensas que no puedes, es casi seguro que no lo lograrás.
Si piensas que vas a perder, ya has perdido porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad; todo depende del estado de ánimo.
Muchas carreras se han perdido antes de haber comenzado, y muchos cobardes han fracasado antes de haber empezado su trabajo.
Piensa en grande y tus hechos crecerán, piensa en pequeño y quedaras atrás; piensa que puedes y podrás.
Todo depende del estado de ánimo
Si piensas que estas aventajado, lo estás. Tienes que pensar y estar seguro de ti mismo antes de ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más rápido, porque tarde o temprano el hombre que gana es aquel que piensa que puede hacerlo.
Examinemos nuestros pensamientos.
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo:
¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Mateo 9:4
Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns
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10 ago 2010



El presidente de una compañía le mostraba la oficina a un recién contratado ejecutivo subalterno.

Mientras caminaban, los dos hombres pasaron frente a una gran oficina en una esquina, donde se encontraba sentada una mujer en una cómoda silla mirando por la ventana. La oficina no tenía escritorio, computadora, gabinetes para archivos ni ningún otro equipo, ni las herramientas que se encuentran normalmente en un ambiente de trabajo.
-Disculpe, señor – dijo el hombre recién contratado -, ¿por qué no usan esa oficina?
- Si la usamos – respondió el presidente.

– Ah, bien. No vi un escritorio, ni nada, así que pensé que quizás se encontraba en transición. ¿Quién estaba sentada en la silla?

 – Es una de nuestros vicepresidentes. Esa es su oficina – explicó el presidente.
- ¿Que hace ella para la compañía?-

-Piensa – Respondió el presidente con una sonrisa.
- ¿Le pagan solo por pensar? ¿Quiere decir que no debe de producir nada? Vaya, me gustaría tener un empleo como ese.
- La última idea que nos dio produjo veinte millones de dólares para esta compañía. Si usted logra hacer eso con regularidad, algún día podría tener un trabajo como el de ella.

Siempre hay demanda de buenos pensadores. Uno que sabe cómo, siempre podrá tener un empleo; pero la persona que sabe por qué, siempre será el jefe.

Los buenos pensadores resuelven problemas, nunca les faltan ideas que puedan construir una organización y siempre tienen esperanza de un futuro mejor. Los buenos pensadores rara vez se encuentran a merced de personas despiadadas; a quienes les gustaría aprovecharse de ellos e intentar engañarlos. Personas como el dictador nazi Adolfo Hitler, quien en una ocasión se jactó: “Que suerte para los gobernantes que los hombres no piensen”. Quienes desarrollan el proceso de un buen pensamiento pueden gobernarse a sí mismos, aún bajo un gobierno opresivo o en otras situaciones difíciles.
No es excesivamente difícil convertirse en un buen pensador. Es una disciplina, y como la mayoría de las disciplinas, pueden cultivarse y refinarse. El mayor obstáculo para el éxito futuro de muchas personas es su forma de pensar en el presente, una de las razones por las cuales las personas no alcanzan sus sueños es porque desean cambiar sus resultados sin cambiar sus pensamientos, lo cual jamás dará resultado.

Jesús al iniciar su mensaje, les decía a las personas: “arrepentíos, porque el reino de los cielos, se ha acercado”. El significado de “arrepentimiento” es un cambio de mentalidad o el propósito. Es un “cambio sincero y cabal de la mentalidad y disposición en cuanto a nuestra manera de vivir si está alejada de Dios". Involucra un cambio de perspectiva y un cambio de pensamiento.
Decidamos hoy cambiar nuestra manera de pensar y cambiara nuestra manera de vivir.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4:8





Tomado del libro Piense Para Obtener Un Cambio
Autor: John C. Maxwell
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9 ago 2010


Ben Patterson escribe lo siguiente en The Gran Essentials (Fundamentos grandiosos):

“Tengo una teoría sobre
la vejez… Creo que cuando la vida nos ha desgastado, cuando las coyunturas nos fallan, la piel se ha arrugado, los capilares endurecido, lo que de
nosotros permanece será lo que siempre hemos sido, en esencia.

Ejemplo A es el tío lejano… En su vida no hizo otra cosa excepto procurar nuevas formas de enriquecerse… Sus años de vejez trascurrieron en gran comodidad, todo el tiempo alardeando acerca del dinero adquirido… Cuando la vida lo fue reduciendo hasta la esencia, lo único que quedó era avaricia pura. Eso fue lo que había cultivado en miles de pequeñas formas, a lo largo de toda su vida.

Ejemplo B es la abuela. Cuando murió alrededor de los ochenta y cinco años de edad, la abuela había estado senil por varios años. ¿Y de qué hablaba esta señora? El mejor recuerdo que viene a mi mente fue la ocasión cuando le pidieron que orara antes de la cena. Ella tomaba de la mano a los que estaban sentados a su lado, una amplia y contenta sonrisa aparecía en todo su rostro, sus ojos ya opacos se llenaban de lágrimas al elevar su vista al cielo, y su mentón temblaba al desbordarse en amor por Jesús.
En esencia, así era la abuela. Amaba a Jesús y a las personas. No podía recordar nuestros nombres, pero no cesaba de tocar a las personas con amabilidad cada vez que a ella se acercaban. Cuando la vida la fue reduciendo hasta la esencia, lo que quedaba era amor: amor por Dios y por los demás”

La diferencia en la “esencia” que se manifestó en estas personas una vez que la vida comenzó a declinar, se define en las prioridades de cada una, al involucrarse en los asuntos diarios.

La abuela actuaba así, debido a su amor por su familia, por Dios y sus hijos. El tío vivió su vida sólo para sí.

Cuando la vida nos reduzca poco a poco hasta la esencia ¿A quién nos pareceremos más: al tío o a la abuela?



Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Proverbios 23:7
Tomado del libro un café con Dios




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