12 ago 2010

¿Alguna vez escuchamos la frase “profecía que tiende a cumplirse por su propia naturaleza”? Esta frase se refiere a que algo que esperamos que suceda, por lo común es aquello que en realidad acontece. Este concepto se aplica perfectamente al versículo que veremos más adelante. Nosotros llegamos a ser lo que creemos ser. Si pensamos que fracasaremos, probablemente lo hagamos.
Si pensamos que tendremos éxito es muy probable que lo alcancemos. El poder de la mente es muy grande. Por este motivo Pablo se dirige a la Iglesia de Filipos y le da un excelente consejo, vigente para nosotros hoy:
“Por último hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes”. (Filipenses 4:8-9)
Tememos que muchas personas se dejan dominar por los pensamientos negativos que guardan en su corazón, cuando en realidad, en Dios podemos llegar a ser mucho más. Este poema nos ayudará en enfocar nuestros pensamientos en Dios y así ver el lado positivo de la vida.
Si piensas que estás vencido, lo estás; si piensas que no te atreves, no lo harás; si te gusta ganar pero piensas que no puedes, es casi seguro que no lo lograrás.
Si piensas que vas a perder, ya has perdido porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad; todo depende del estado de ánimo.
Muchas carreras se han perdido antes de haber comenzado, y muchos cobardes han fracasado antes de haber empezado su trabajo.
Piensa en grande y tus hechos crecerán, piensa en pequeño y quedaras atrás; piensa que puedes y podrás.
Todo depende del estado de ánimo
Si piensas que estas aventajado, lo estás. Tienes que pensar y estar seguro de ti mismo antes de ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más rápido, porque tarde o temprano el hombre que gana es aquel que piensa que puede hacerlo.
Examinemos nuestros pensamientos.
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo:
¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Mateo 9:4
Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns
Photobucket

0 comentarios:

Publicar un comentario